Tal día como hoy, y un año más tras su declaración en el año 1993, se celebra el Día Mundial del Agua, que se podría equiparar al día mundial de la Vida, pues dicho líquido es la llave de nuestra existencia en este mundo.

En las últimas décadas el aumento del consumo de agua ha crecido exponencialmente, por razones sobradamente conocidas. A su vez, sobre las condiciones climatológicas, es de incuestionable afirmación que están cambiando, donde cada año existe la incertidumbre, cada vez más cierta, de qué problemas de agua se nos van a presentar en nuestros campos.  Y como bien dice la expresión “no llueve a gusto de todos”, en el campo ya llueve a disgusto de todos.

Por segundo año consecutivo hemos cerrado un invierno ausente de lluvias, con el añadido de unas temperaturas subidas de tono. A pesar de todo, nuestros olivares presentan un estado vegetativo muy favorable, algo adelantados en sus ganas de florecer, pero si la primavera viene llorona, se augura una buena campaña.

En cualquier caso, es cierto que estamos viviendo una cierta inseguridad en cuanto al abastecimiento de agua para el riego del olivar. El agua almacenada en nuestros embalses ronda el 48% de su capacidad, un 2% menos que el año pasado y muy por debajo del 72,47% que supone la media de los últimos diez años en estas fechas. Y con estos datos, si a lo largo del periodo primaveral no cambian, vamos a medir el agua con cuentagotas, como ya lo vivimos el año pasado. 

Dicho todo esto, es hora de dar un voto a nuestro favor. Y es que las cosas se hacen cada vez mejor. Los sistemas de riego son poco a poco más eficientes, el abastecimiento desde las aguas fluviales y el almacenaje de aguas invernales ha tomado protagonismo en los nuevos proyectos realizados, y en definitiva, la concienciación de un uso eficiente del agua en nuestros regadíos, así como de su correcto aprovechamiento por cada vez más parte de los olivareros, hacen que en años de escasez estemos más preparados, y no les falte a nuestros árboles su “ración” hídrica. 

Carlos Nogales – Ingeniero consultor agronómico del Grupo Oleícola Jaén